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domingo, 15 de marzo de 2015

Alergia a alimentos

En colaboración con la Asociación de Alérgicos a Alimentos de Guadalajara ( Alerguada ), a lo largo de la semana pasada hemos instalado en la Escuela una serie de paneles informativos con información sobre la alergia a alimentos


La alergia es un mecanismo de respuesta de nuestro organismo, protegiéndonos contra sustancias, que pueden ser potencialmente nocivas, que se encuentran en determinados alimentos. Una persona alérgica reconoce como nocivas sustancias que son inofensivas para el resto de la población.

El sistema inmunológico actúa como mecanismo de defensa del organismo contra las innumerables sustancias que respiramos, comemos o tocamos. Los síntomas de la alergia pueden aparecer desde el mismo momento en que el alimento ingerido, tocado o incluso olido, hasta una hora o dos más tarde.

Alérgeno es cualquier sustancia que pueda desencadenar una respuesta alérgica en determinadas personas, genéticamente predispuestas, denominados atópicos. Las personas con alergia tienen un anticuerpo, denominado Inmunoglobulina E, que se produce cuando los alérgenos entran en contacto por primera vez en el cuerpo de un atópico. En adelante, cada vez que el alérgico contacta de nuevo con el alérgeno, se produce una pelea entre ambos, cuyo resultado es la reacción alérgica (R.A.).

La reacción alérgica difiere de unos individuos a otros, dependiendo de las condiciones personales de cada uno y del órgano afectado. En ocasiones, todo el organismo participa en esta "lucha" y puede producirse una reacción grave. En estos casos hablamos de anafilaxia o shock anafiláctico.

Las alergias alimentarias más frecuentes son: al huevo, a la leche de vaca, a los pescados, crustáceos, carnes, frutos secos, cereales, frutas, leguminosas, hortalizas y especies.

El único tratamiento eficaz comprobado de la alergia alimentaría es evitar el contacto y la ingestión del alimento responsable mediante una dieta de eliminación lo más estricta posible. Esta dieta de eliminación necesita de la colaboración del paciente, sus padres y el entorno social en el que vive el niño/a. Esto exige una educación sanitaria en todos los niveles y apoyo continuo. Todos juntos debemos conseguir que los niños/as, con alergias alimentos, puedan desarrollar una vida con las menos limitaciones posibles. Sólo el conocimiento de dónde están los alérgenos pueden permitirnos evitarlos y garantizar la SEGURIDAD de los pacientes alérgicos.