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lunes, 18 de noviembre de 2013

La importancia de la fruta

La fruta es básica en la alimentación de los niños. 

Si los niños/as ven que disfrutáis comiendo estos alimentos y les explicáis sus beneficios y su importancia -para crecer, desarrollarse, sentirse mejor, etc.-, haciéndoles partícipes de las tareas de compra y en su preparación, puede que sea más fácil que los incluyan en la dieta sin tantas protestas. En casa no han de faltar por tanto ensaladas y verduras de todo tipo, así como un buen frutero que deje ver la atractiva variedad de colores de las frutas.
Con su enorme variedad de colores y sabores, las frutas tienen muchos efectos beneficiosos para el organismo: limpian los dientes, evitan la caries dental, regulan el tránsito intestinal.

Sin embargo, a pesar de que se trata de un alimento fácil de consumir (sólo deben ser lavadas o peladas), hay quienes no comen ni siquiera una fruta al día. Teniendo en cuenta que la asociación “5 al día” propone consumir como mínimo cinco porciones diarias entre verduras y frutas, hay que reconocer que las costumbres alimentarias de muchas familias están lejos de alcanzar este ideal.

¿Por qué hay niños/as a los que “no les gusta” la fruta? Porque no se los ha acostumbrado a consumirla y a disfrutar de sus sabores suaves y, en cambio, reciben a diario golosinas cargadas de azúcar con un sabor muy dulce que, al compararse con el de la fruta, hace que el postre más natural quede relegado.

domingo, 17 de noviembre de 2013

Plantas y Peces

Plantas
Esta actividad de conocimiento del entorno favorece que los niños/as aprendan a cuidar y respetar las plantas y a reconocer la importancia de las plantas para las personas. Cada niño/a ha traido de casa su planta y le hemos colocado su símbolo identificativo.


Peces
Las mascotas o animales domésticos pueden ser un elemento importante para el desarrollo del niño en todos sus aspectos: físico y afectivo.

Los niños que cuidan mascotas aprenden algo fundamental: la importancia del cariño y el respeto hacia los animales. Es una forma de adquirir responsabilidades.

En la Escuela tenemos nuestra pecera. Los niños deben aprender cuál son los cuidados que necesitan los peces, darles de comer a diario, teniendo  en cuenta cuál es la cantidad correcta de alimento. La sobrealimentación dará lugar a la contaminación del agua y, consecuentemente, a la muerte de los peces. Limpiar  la pecera, preparar todo lo necesario para ello y después, dejar todo bien limpio, para que los peces se pongan muy contentos con el agua.

Además de  mantener con vida a los peces, creamos conciencia de responsabilidad en los niños.

jueves, 7 de noviembre de 2013

El cesto de los tesoros

El cesto de los tesoros es una propuesta de juego para bebés de 6 a 12 meses (cuando aún no caminan). En este juego, el niño explora una serie de objetos cotidianos y seleccionados previamente. La finalidad es proporcionarle nuevas sensaciones a través de la vista, del olfato, del tacto, del oído y del movimiento.

En el cesto colocaremos objetos (no juguetes) de diferentes cualidades (textura, tamaño, olor, sabor, color, sonido...). Para que sea más fácil a la hora de buscar, lo podemos  clasificar en:
  • Objetos naturales: piña, piedras (más de 5 cm.), calabazas secas, coco partido (seco), cortezas de árbol (pino)...
  • Objetos de materiales naturales: ovillo de lana, flauta de caña, brocha de afeitar, pincel, bolsa de rafia...
  • Objetos de madera: cajas pequeñas, cuchara, espátula, mango de mortero, bol...
  • Objetos metálicos: batidora de huevos, trozos de cadenas, llaves, moldes de pasteles, trompeta, colador de té....
  • Objetos de papel y cartón: huevera, tubos de papel de W.C. o de cocina, libreta pequeña...
  • Objetos de piel, tela, goma, fieltro: monedero, pelota de tenis, cremallera, oso de peluche...
  • Objetos de vidrio resistente: frascos de perfume pequeño, pomo de armario, tarros de mermelada...

Llenaremos el cesto de los tesoros con todos los objetos que hayamos conseguido. 

Colocaremos  al niño sentado o tumbado en el suelo, sobre una alfombra cálida, y le presentaremos delante de él el cesto. Por su naturalidad, el peque empezará a explorar los objetos que hay dentro: coge una piña y pica en el suelo, se la lleva a la boca (en esta edad es donde tiene mayor sensibilidad), la tira y luego la recoge....y ¡un sin fin de acciones y sensaciones placenteras para él!.

Estaremos siempre presentes, observándole, dejándole que experimente, actuando sólo cuando sea necesario. Así le daremos seguridad y confianza para que experimente libremente.

Además, es importante, iremos revisando y renovando el material a menudo. Tiraremos los objetos que estén estropeados, quitaremos del  cesto  las cosas con las que no juegue y pondremos  material nuevo. De esta manera, el niño/a descubrirá sensaciones nuevas y esto le motivará para seguir jugando.

Las hojitas de otoño

Érase una vez tres hojitas y un cascabel. 

Cuando el viento soplaba, las hojitas bailaban, mientras el cascabel sonaba. Y sonando, sonando el Otoño iba anunciando

Cada vez bailaban más hasta que un día ¡del árbol, echaron a volar!.

Y volando, volando vieron muchas maravillas, todo el campo cubierto de hojas secas y amarillas. 

Y mientras volaban se preguntaban cuál era la razón de su cambio de color. Y así al viento preguntaron y no supo contestar y cuando llegó la lluvia volvieron a preguntar. Preguntaron muchas cosas, preguntaron sin parar pero la Señora Lluvia tampoco las supo ayudar. 

A Don Otoño encontraron descansando en una rama y poniendo cara rara volvieron a preguntar: "Díganos Señor Otoño ¿qué es lo que pasa aquí? por qué nuestro color ha cambiado y del árbol tuvimos que partir". 

Contestando Don Otoño, con voz  ronca y muy serena, que cuando él llega con él han de llegar tanto la lluvia que moja como el viento que ha de soplar. 

"Por eso amiguitas mías" – dijo el Señor Otoño - "no os debéis de preocupar, transcurridos unos meses todo esto pasará, pues vendrán otras hermanas y de nuevo al señor árbol de verde lo cubrirán". 

"Muchas gracias Don Otoño" – dijeron las tres hojitas - "por a nuestras preguntas contestar, ya nos vamos más tranquilas sabiendo qué va a pasar". 

Esta ha sido la historia de nuestro amigo el Otoño que siempre, por estas fechas, nos viene a visitar y como la lluvia y el viento le ayudan a trabajar. 

Y colorín, colorado el cuento del Otoño ha terminado.