Páginas

lunes, 28 de octubre de 2013

Cuidar el culito del bebé

Fuente: Eroski Consumer

Hasta alrededor de los dos años, los bebés suelen tener un compañero inseparable: el pañal. Sin embargo, el contacto con heces y orina, la humedad y la fricción con los pañales suelen causarles irritaciones más o menos graves en zonas tan delicadas como las nalgas y los genitales. Vamos a proporcionar siete consejos imprescindibles para cuidar el culito del pequeño, entre ellos, cambiar el pañal con frecuencia, no utilizar polvos de talco y airear la zona de vez en cuando.

Cuidar el culito del bebé: evitar irritaciones

La humedad, la fricción y el contacto con la orina o las heces en la zona cubierta por el pañal del bebé pueden provocar irritaciones que resultan incómodas para el pequeño. Estas escoceduras, apunta la Asociación Española de Pediatría, pueden dañar la epidermis de los lactantes, "con la consiguiente pérdida de la función barrera de la piel y una mayor susceptibilidad a la irritación cutánea".

Por eso, es importante que los padres extremen las precauciones en esta parte del cuerpo infantil. En muchos casos (entre un 7% y un 35%), la irritación deriva en la denominada dermatitis del pañal, una afección que es más común en los bebés de entre seis y doce meses, en especial cuando los pequeños padecen diarrea.

Esta dermatitis irritativa puede presentarse con mayor o menor gravedad, y se caracteriza por la aparición de laceraciones rojas en las áreas corporales en contacto con el pañal (glúteos, genitales y parte de los muslos) que, si no se tratan y cuidan de forma adecuada, pueden llegar incluso a derivar en una infección.

1. Cambio de pañal frecuente

Una de las principales premisas es cambiar de pañal al bebé con suficiente frecuencia, para evitar el contacto prolongado con la orina o las heces. "El factor crucial en la prevención de la dermatitis irritativa del pañal parece ser el número de cambios de pañal al día", señala la Asociación Española de Pediatría.

2. Usar pañales extra-absorbentes

Utilizar pañales extra-absorbentes reduce la frecuencia y la severidad de las irritaciones en la zona del pañal, en comparación con los pañales de algodón.

En caso de optar por los pañales de tela, la pediatra Teresa Atalaya recomienda "usar jabón suave para lavarlos y prestar especial atención al aclarado", para evitar que queden restos de los productos jabonosos.

3. Limpieza rigurosa del culito del bebé

La zona del pañal debe permanecer siempre limpia y seca. Para ello, en cada cambio, se debe limpiar con toallitas húmedas (o con una esponja empapada en agua), prestando especial atención a los pliegues en los que pueden haber heces u orina ocultos.

4. Airear el culito del bebé

Si el pequeño presenta irritación, es recomendable prescindir del pañal, si es posible, algunas horas al día. Con esta medida se consigue airear y secar la zona irritada y se facilita su curación. Se puede optar por dejar el culito al aire un rato después de retirar un pañal sucio.

5. Aplicar crema de barrera

Una de las formas más eficaces de prevenir irritaciones en el culito del bebé es proteger esta zona con un producto que aísle la piel del contacto con el pañal y la humedad. Los especialistas apuntan que lo más eficaz son las cremas de pasta con óxido de zinc, que actúan como barrera y ayudan a disminuir la irritación y, además, son muy recomendables cuando el niño tiene diarrea. Con cada cambio de pañal se debe retirar bien esta crema y volver a aplicarla de nuevo.

6. Evitar los polvos de talco

Aunque tradicionalmente el polvo de talco ha sido uno de los productos imprescindibles de la canastilla del bebé para el cuidado de la zona genital, hoy en día los especialistas en pediatría desaconsejan su uso. ¿La razón? En el caso de irritaciones con herida en la zona del pañal, el polvo puede penetrar y se puede incrementar la inflamación. Pero hay más. Recientes investigaciones señalan que existe riesgo de que el bebé inhale los polvos de talco durante su aplicación y le provoquen severos problemas respiratorios.

7. Cuando el problema se complica

Si la irritación persiste durante demasiados días, o se extiende y empeora, es aconsejable acudir al pediatra para que valore al pequeño y recete el tratamiento más adecuado.

En algunos casos puede ser necesario, además, darle cremas con un corticoide suave e, incluso, un antibiótico en crema.