El masaje es un medio para mejorar la relajación infantil y proporciona a los niños múltiples beneficios.
Estimula el sistema circulatorio y el inmunológico, les ayuda a respirar mejor y favorece la digestión.
Es uno de los momentos preferidos de los pequeños. Durante los masajes, los niños sienten una sensación muy agradable porque el contacto corporal les tranquiliza a la vez que les transmite seguridad emocional.
Si el masaje se realiza como parte de una rutina diaria, el niño sabrá, por ejemplo, que después del baño y antes de que le pongan su ropita, alguien (sea la madre, el padres u otra persona) le proporcionará un momento de bienestar.
Uno de los mayores beneficios del masaje en esta etapa lo recibe el sistema gastro-intestinal. Le ayuda en situaciones de cólicos, gases y estreñimiento disminuyendo el dolor y las incomodidades. Además el masaje en la zona del pecho, espalda y hombros ayuda a regular el sistema respiratorio, y esto hace que los niños asmáticos respiren mejor y estén más tranquilos.
En resumen, el masaje:
- Estimula el cerebro.
- Constituye un estupendo estímulo para el desarrollo intelectual, emocional y afectivo.
- Ayuda en los períodos de adaptación en los que el niño tiene una mayor dificultad.
- En los niños con necesidades especiales reduce el estrés.
- Crea un lenguaje corporal en los niños, lo que les hace sentirse protegidos.
- Produce la relajación del sistema nervioso y hace que los niños estén más tranquilos y receptivos.
Fuentes: Asociación Española Masaje Infantil