Sois muchos
los que estos días nos estáis haciendo llegar vuestras muestras de cariño y
agradecimiento. En realidad, somos nosotras quienes tenemos que agradeceros la confianza
que nos habéis demostrado a lo largo de toda esta etapa. Alguna de nosotras
también somos “mamás” y sabemos lo difícil que resulta dejar a nuestros hijos
en manos desconocidas.
Por suerte,
elegimos los estudios que nos dictaba el corazón y nuestra vocación nos ayuda
cada día a dar amor a todos los peques que pasan por nuestra vida, aún sabiendo
que, seguramente, cuando crezcan se olvidarán de nosotras.
Nos encanta
inventar fiestas y vestirles con trajes de papel, cantar sin ser cantantes,
actuar sin ser actrices, tocar instrumentos sin ser músicos, mover muñecos sin ser
titiriteros, pintar sin ser pintoras, bailar sin ser bailarinas…
Tal vez
nuestro trabajo no resulte interesante para algunos mayores. Es normal. Nos
movemos en un mundo pequeño, nos sentamos en sillas de juguete, escribimos con
marcadores multicolores y usamos vajillas de plástico con absoluta naturalidad.
Pero, aunque no lo creáis, nos sentimos plenamente realizadas porque
vuestros/nuestros “locos bajitos” son la luz de nuestras mañanas y nos hacen
sentir cada día que somos una parte importante de su mundo; porque nos llenan
de amor con sus besos babosos y sus abrazos interminables.
Por eso y
por muchas cosas más, somos realmente unas privilegiadas, porque tenemos en
nuestras manos la importante misión de cuidar y modelar la materia más frágil
de la creación: los niños.
Ahora les
toca descubrir nuevos mundos, pero en el corazón nos quedan miles de recuerdos
maravillosos de todos ellos.
Mil gracias
de nuevo y hasta siempre.
VUESTRAS "PROFES" DE LA ESCUELA
INFANTIL DE MARCHAMALO
julio - 2013