En ese proceso utilizan al máximo su imaginación, jugando constantemente en el límite entre lo real y lo imaginario, lo cual les ayuda a crear representaciones mentales que serán de gran ayuda para resolver situaciones futuras en su vida.
Las
actividades lúdicas en las que los niños aprenden a simbolizar comienzan a
partir de los dos años cuando tienen el nivel de comprensión que les permite
imitar situaciones reales como jugar al papá y a la mamá, a hacer la comida,
jugar a que van a la tienda a por comida, cuidar al bebé…, por nombrar algunos
de los juegos.
Pero
el juego no consiste únicamente en imaginar, sino que el habla acompaña el
juego, ya que mientras interpretan están hablando y compartiendo sus fantasías
con otros niños, por lo que además fomenta su sociabilización.
A
través de la representación los niños asimilan y comprenden las situaciones que
viven en la vida real estableciendo relaciones que le ayudarán a desenvolverse
con éxito en el futuro.
Como
padres y nosotras como educadoras tenemos que fomentar por todos los medios posibles este tipo de juego en
los niños, jugando con ellos y comprándoles o fabricando juguetes que potencien
el juego simbólico, tan importante para su maduración personal.
En
este tiempo de juego el pequeño es libre, espontáneo, tiene el mundo a sus pies
y dirige los acontecimientos como le parece más conveniente. Al representar las cosas que le han sucedido
y le han provocado inquietud o sorpresa, puede liberar tensiones y expresar sus
ideas y sentimientos, al tiempo que crea, transforma y modifica el mundo a su
medida.
En
resumen, el juego simbólico es
importante porque beneficia al niño en los siguientes puntos:
- Permite al niño representar situaciones mentales reales o ficticias.
- Favorece la comprensión y asimilación del entorno del niño.
- Desarrolla su lenguaje.
- Contribuye con su desarrollo emocional.
- Desarrolla su capacidad imaginativa.
- Permite en el futuro un juego colectivo y con reglas.
- Progresivamente, el juego va transformándose y asemejándose a la realidad.