Ahora que se acerca la época de las vacaciones estivales conviene tener en cuenta una serie de consejos básicos para proteger a los niños/as del sol.
Mantener a los bebés menores de seis meses fuera de la exposición directa del sol. Hay que tener mucho cuidado porque, aunque estén bajo una sombrilla, el
simple reflejo del sol puede provocarles quemaduras ya que su piel es muy
sensible.
En los menores de seis meses no es aconsejable aplicar protección solar. Solo si fuese necesario (cuando la ropa de protección y la sombra no
están disponibles), se empleen cremas solares
"específicas para bebés" en zonas muy concretas del cuerpo, como cara y
dorso de las manos. Los expertos opinan que la delicada piel de los
bebés es muy susceptible a los agentes químicos que contienen las cremas solares. Cuanto
menos se apliquen sustancias químicas en su piel, mejor. En caso de
tener que utilizarlas, se recomiendan aquellas que contengan óxido de zinc o dióxido de titanio, considerados menos irritantes y que ofrecen un filtro de protección más grueso.
Cuando el bebé ya ha cumplido el medio año se pueden utilizar cremas solares, aunque con mucho cuidado cuando se apliquen alrededor de sus ojos. Si el pequeño se los frota, hay que limpiar la zona con agua.
Los bebés hasta un año de edad son proclives a desarrollar una erupción denominada sudamina;
esta reacción es provocada por la obstrucción de las glándulas
sudoríparas y se manifiesta en forma de pequeños granitos blancos o
rojizos: concentrados en la cara, el cuello, el pecho y la espalda. Esta
erupción aparece sobre todo en la época de más calor. Para evitarla, o
minimizarla, hay que intentar que el pequeño no sude en exceso y no
aplicar cremas densas, como los fotoprotectores, ya que podrían obstruir
todavía más los poros.
Si el niño desarrolla algún tipo de erupción cutánea con el uso de estas cremas, hay que informar a su pediatra.
Conviene vestir a los pequeños con ropa ligera y fresca de algodón que cubra su cuerpo y utilizar sombreros o gorras con visera grande. Muchas marcas textiles han creado una línea especial de ropa de verano hecha con un tejido que protege de los rayos del sol; algunas incluso con un factor de protección solar 50.
Si vamos a la playa hay que limitar la exposición solar. Conviene salir a la calle durante las primeras horas del día o al caer la tarde e hidratarles frecuentemente con agua o alimentos ricos en agua como la fruta.
Los niños/as deberían utilizar gafas de sol. Consultar con un profesional cual son las más adecuadas. Los ojos no completan su total desarrollo hasta los 25 años y son 20
veces más sensibles que la piel a los efectos nocivos del sol, por lo
que hay que protegerlos sobre todo en verano, cuando los rayos
ultravioletas son más intensos.