Los primeros años de vida del niño son cruciales para la memoria y el aprendizaje.
Un grupo de investigadores, con participación española, tras una serie de estudios afirman que en los primeros años de vida de un ser humano se produce una migración masiva de células a la corteza cerebral, lo que sirve para aumentar el número de nuevas neuronas en una zona crucial para la memoria y el aprendizaje.
El estudio ha sido publicado en la revista Nature, y en él los investigadores señalan que cualquier alteración de este circuito migratorio descrito en los primeros años de vida hasta aproximadamente los ocho años de edad podría ser la causa de enfermedades y trastornos neuronales, como la esquizofrenia, el autismo o la hiperactividad.
José Manuel García Verdugo, catedrático de Biología Celular de la Universidad de Valencia, ha explicado que la comunidad científica ya conocía la existencia de células madre en el cerebro, en el hipocampo y alrededor de los ventrículos laterales.
Con estos antecedentes y conociendo la existencia en el cerebro de células madre (con capacidad de autorrenovarse), este grupo de investigadores decidió examinar la importancia de éstas en niños. Los investigadores, según García Verdugo, encontraron que se da una migración al bulbo olfatorio pero sólo en los primeros años.
De ahí la importancia de la educación en los primeros meses y años de vida de un niño porque es precisamente el mantenimiento de una mente activa lo que hace que las neuronas conecten unas con otras, así como en el adulto, ha dicho.