El concepto de educación infantil es relativamente reciente. No hace mucho tiempo, era impensable que las familias se plantearan la asistencia de sus hijos a la escuela en sus primeros años. La necesidad de las familias, por la incorporación de ambos cónyuges al mundo laboral, obligó a que durante el horario laboral, tuvieran que dejar a sus pequeños en las denominadas “guarderías”.
Por tanto, el origen de la guardería surge para cubrir la necesidad de atender a los niños y niñas mientras los padres permanecían en el trabajo.
El objetivo prioritario de estos establecimientos fue la guardia y custodia de los niños y niñas: alimentación, higiene, y los cuidados que requieren los pequeños.
Con el paso del tiempo, las guarderías han evolucionado y, aunque el objetivo básico que dio origen a su nacimiento fue la guardia y custodia de los niños, también han ido incorporando muchos aspectos educativos y de aprendizaje: determinadas habilidades, la socialización y la adquisición de determinados hábitos.
Lo deseable es que en un periodo no demasiado largo, todos los centros dedicados a acoger a la infancia, independientemente de su origen y categoría, tengan como objetivo predominante el educativo y no solamente el asistencial.
Para lograr dicho objetivo, es necesario no solamente que la Administración Central y las Administraciones Educativas de las distintas Comunidades Autónomas tomen conciencia de esta realidad, sino que los padres y madres lleguen a un convencimiento mucho más generalizado y profundo de la importancia que tiene la educación infantil para sus hijos.
Para avanzar en este camino, que supone que los niños y niñas puedan asistir a un centro o escuela de “educación infantil”, es fundamental que todos los padres y madres lleguen a tener clara la diferencia existente entre centro asistencial y escuela infantil. Los primeros tienen como objetivo global y prioritario atender las necesidades de los niños y las segundas, o Escuelas de Educación Infantil, tienen una intencionalidad educativa expresa, como finalidad.
En la actualidad, está aumentando el número de padres y madres que están tomando conciencia de la importancia de la educación infantil para el desarrollo cognitivo de sus hijos. Solamente, cuando la educación infantil, del tramo 0 a 3 años, llegue a formar parte de las expectativas educativas de la ciudadanía, dejará de ser la cenicienta del sistema educativo.
Fuente: http://www.ceapa.es
Por tanto, el origen de la guardería surge para cubrir la necesidad de atender a los niños y niñas mientras los padres permanecían en el trabajo.
El objetivo prioritario de estos establecimientos fue la guardia y custodia de los niños y niñas: alimentación, higiene, y los cuidados que requieren los pequeños.
Con el paso del tiempo, las guarderías han evolucionado y, aunque el objetivo básico que dio origen a su nacimiento fue la guardia y custodia de los niños, también han ido incorporando muchos aspectos educativos y de aprendizaje: determinadas habilidades, la socialización y la adquisición de determinados hábitos.
Lo deseable es que en un periodo no demasiado largo, todos los centros dedicados a acoger a la infancia, independientemente de su origen y categoría, tengan como objetivo predominante el educativo y no solamente el asistencial.
Para lograr dicho objetivo, es necesario no solamente que la Administración Central y las Administraciones Educativas de las distintas Comunidades Autónomas tomen conciencia de esta realidad, sino que los padres y madres lleguen a un convencimiento mucho más generalizado y profundo de la importancia que tiene la educación infantil para sus hijos.
Para avanzar en este camino, que supone que los niños y niñas puedan asistir a un centro o escuela de “educación infantil”, es fundamental que todos los padres y madres lleguen a tener clara la diferencia existente entre centro asistencial y escuela infantil. Los primeros tienen como objetivo global y prioritario atender las necesidades de los niños y las segundas, o Escuelas de Educación Infantil, tienen una intencionalidad educativa expresa, como finalidad.
En la actualidad, está aumentando el número de padres y madres que están tomando conciencia de la importancia de la educación infantil para el desarrollo cognitivo de sus hijos. Solamente, cuando la educación infantil, del tramo 0 a 3 años, llegue a formar parte de las expectativas educativas de la ciudadanía, dejará de ser la cenicienta del sistema educativo.
Fuente: http://www.ceapa.es